El oro de inversión, como tal, está exento del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en la Unión Europea, aunque no en otros países como Rusia. Sin embargo, los inversores interesados en este metal tienen que saber que sí que tienen que pagar impuestos por las plusvalías que los pueda reportar la venta de este. Estas son las claves de la fiscalidad que afecta el oro de inversión.
Empezamos el mes de abril y, además de estrenar hace unos días la primavera y el cambio de horario de verano, llega la época de la declaración de la Renta. Por eso, nuestro post de esta semana está dedicado a la fiscalidad del oro de inversión.
En el Anexo Noveno de la Ley 37/1992, de 28 de diciembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido se establece que “se considerarán oro de inversión a efectos de esta Ley los lingotes o láminas de oro de ley igual o superior a 995 milésimas y que se ajusten a alguno de los pesos siguientes en la forma aceptada por los mercados de lingotes”.
El Anexo incluye un listado de los pesos que son admitidos para los lingotes de oro de inversión, y que van desde los 12,5 kilos (oro bancario, el que utilizan los bancos centrales para sus reservas) y varios tamaños en gramos; onzas troy (medida tradicionalmente usada para los metales preciosos, equivaliendo a 31,10 gramos); tael (medida utilizada en Asia Oriental, que equivale a 40 gramos) y tolas (medida usada en India, equivaliendo a 11,64 gramos).
La Ley considera aceptables los lingotes el contenido en oro de los cuales puro oscila entre 350 y 430 onzas (10,88-13,37 kilos), en el caso de los lingotes bancarios. Para el resto de medidas, se autorizan todos aquellos lingotes los pesos reales de los cuales no difieran de los establecidos en el listado del Anexo en más de un 2%.
También tienen la consideración de oro de inversión las monedas que cumplan los siguientes requisitos:
En el caso de la plata, por ejemplo, al estar grabada con el IVA, el cliente tiene que tener en cuenta que el metal tiene que subir de precio suficiente cómo porque compense no solo esta prima, sino también el 21% que ha tenido que desembolsar por el impuesto.
Cuestión diferente es el que sucede una vez que el cliente ha vendido el oro y ha obtenido por él más dinero del que invirtió, es decir, una plusvalía o ganancia patrimonial como la que puedes obtener con nuestros planes de compra de oro.
Cómo es lógico, estas ganancias patrimoniales que ha generado la transacción están sujetas a tributación en el impuesto sobre la renta, según una serie de tramos, en función de la cantidad obtenida. Estos tramos, después de la reforma de 2015, son los siguientes:
La organización ya ha conseguido el apoyo de más de 20 estados de la Unión, que han eliminado los impuestos sobre el oro y la plata, y ahora ha llevado la iniciativa a escala federal, con un proyecto de ley presentado ante la Cámara de Representantes de Washington